Inicialmente la nutrición humana tenía un objetivo principal, aportar todos los nutrientes suficientes para cubrir los requerimientos metabólicos del individuo y proporcionar un estado de salud optimo.
Pero una vez que los países del primer mundo y sus poblaciones han alcanzado una alimentación de excesos, y con un alto consumo de alimentos procesados, se ha marcado un nuevo objetivo.
En este caso, nos referimos a la nutrición humana como la herramienta necesaria para disminuir el riesgo de enfermedades crónicas. Enfermedades como pueden ser una obesidad, una diabetes mellitus, o bien, una insuficiencia renal.
Las pataologias crónicas, suelen ser multifactoriales, las cuales provocan un gran gasto económico muy elevado y lo que es peor, las personas que sufren estas enfermedades pierden calidad de vida.
Los dietistas – nutricionistas no tan solo realizamos menús calculando el aporte de calorías. Sino que adaptamos la alimentación de una persona, para que esta tenga una nutrición correcta, teniendo en cuenta también, la función de los componentes activos.
¿Y qué son los compontes activos?
Son sustancias consideradas factores potencialmente implicados en la prevención de procesos patológicos.
Estos componentes se encuentran de manera natural y en pequeñas cantidades, en alimentos de origen vegetal y en alimentos ricos en grasas.
Algunos de los componentes activos más conocidos, son:
– Licopeno: presente en tomates, se le relaciona con una reducción de algunos tipos de cáncer, como es la próstata en los hombres, y el de mama, en las mujeres. Actuando como inhibidor de crecimiento y proliferación de células tumorales (en ensaños in vitro)
– Fitoesteroles: frutos secos y algunos vegetales. Se relaciona con una disminución del colesterol total y el colesterol LDL (conocido como colesterol “malo”). Actúa dificultado la absorción del colesterol.
– B-caroteno: presente en verduras como calabaza, espinacas, zanahoria, maíz… es un gran antioxidantes, actúa controlando la proliferación celular, tiene función como provitamina A y se le relaciona con la prevención de enfermedades oculares.
Así pues, recuerda que comer bien no es solo calcular las calorías que consumes, sino que debemos valorar el conjunto de alimentos que consumimos y todos sus componentes nutritivos.
Cristina Sánchez Reyes
Dietista – Nutricionista de Nou Espiral.