En el momento en que nacemos se produce uno de los procesos más importantes de nuestras vidas, entra aire por primera vez en nuestros pulmones, gracias al cambio brusco de temperatura y el paso de un ambiente líquido a uno gaseoso, por lo que algunas modas como dar a luz bajo el agua no son tan beneficiosas para el neonato.
En esa primera inspiración nuestros pulmones se llenan completamente y los músculos respiratorios, principalmente el diafragma comienzan su andadura por el mundo. Ver dormir a un bebé es un momento muy tierno, lo hacen de una manera muy placentera, pero ¿nos hemos fijado realmente en cómo respira? Su diafragma está a pleno rendimiento y sus pulmones se llenan en toda su capacidad, vemos como su barriguita se hincha. ¿Por qué esta manera innata de respirar la vamos perdiendo, pasando a realizar una respiración tóracica, alta, que disminuye mucho nuestra capacidad respiratoria?, quizá que nuestro cuerpo no esté diseñado para la bipedestación puede ser una de las respuestas. En algún momento de nuestro desarrollo “confundimos” energía y tonificación con fuerza y bloqueo.
¿Qué sucede cuando después de un largo día de trabajo nos tumbamos por fin en la cama?, por lo general hacemos una respiración profunda que nos ayuda a relajar y descansar, y eso lo logramos gracias a que conseguimos desbloquear nuestros músculos. ¿Por qué un atleta, cuando llega a la meta apoya las manos en sus rodillas? Porque esta posición también ayuda a desbloquear la musculatura del tronco permitiendo una entrada de aire mayor. Y como estas, hacemos muchas otras cosas de manera inconsciente que nos ayuda a recuperar la insuficiencia de oxígeno que llega a nuestra sangre al no saber abrirle el paso al aire en nuestros pulmones.
Planteemos ahora a qué nos ayuda realizar una respiración costodiafragmática. Y eso no significa que en cada inspiración debamos llenar totalmente nuestros pulmones, no, eso sólo lo necesitaremos en momentos de esfuerzo físico o vocal, pero este último es un tema para tratar ampliamente por lo que lo dejaremos para otra ocasión.
¿Por qué a una embarazada le dan cases de respiración en la preparación al parto? No solo le ayudará a empujar en el parto sino que le ayudará a soportar el dolor. O por qué cuando vemos a una persona muy nerviosa le decimos “tranquila, respira”, ¿realmente nos fijamos en su manera de hacerlo o es algo que inconscientemente sabemos que le ayudará con el estado en que se encuentra?
Una respiración eficaz ayuda a eliminar el estrés, la ansiedad o a superar ataques de pánico. Regula nuestro ritmo cardíaco, atenúa los niveles de dolor, nuestro intestino mejora su actividad gracias a que la bajada del diafragma lo moviliza y, el reflujo laringofaríngeo o gastroesofágico disminuye al haber una buena tonificación diafragmática. Éstos parecerían únicamente algunos aspectos que mejoran gracias a una respiración eficaz, pero si lo analizamos bien, son la base de nuestro bienestar físico y emocional. En resumen, los logopedas y otros profesionales enseñamos a tomar consciencia de nuestra respiración ya que es equivalente a mejorar nuestra calidad de vida.
Paula Ivasna Bóveda Baldoni
Logopeda i profesora de técnica bocal